Kazán: cruce de culturas
Kazán, la capital de la República de Tatarstán, famosa por su belleza arquitectónica y rica historia, así como por su extraordinaria diversidad cultural y religiosa, herencia de las diferentes civilizaciones que dieron como resultado un crisol en el que hoy conviven musulmanes y cristianos, será la sede de la próxima cumbre de los BRICS, que se celebrará entre los días 22 y 24 de octubre.
La ciudad, ubicada en la confluencia de Europa y Asia, es ideal para la próxima cumbre del grupo, al tratarse de un lugar donde la multinacionalidad y el multiconfesionalismo —conceptos inalienables de los BRICS— se materializan incluso en las relaciones familiares y personales.
Kazán —que significa 'caldero' en turco— debe su nombre a una leyenda sobre un brujo que aconsejó a los pueblos de la zona fundar una ciudad en el lugar en el que consiguieran hervir agua sin poner un caldero al fuego. La historia de esta ciudad, a orillas del río Volga, está estrechamente relacionada con los tártaros, un pueblo túrquico que ha habitado la región durante mucho tiempo.
Considerada como la capital universitaria, Kazán alberga uno de los proyectos más ambiciosos y visionarios de Rusia: Innopolis, epicentro de tecnología y de la educación más avanzada del país, que da cabida a una amplia presencia de profesores y expertos de todo el mundo.
Innopolis también cuenta con una zona económica especial que, al albergar empresas de diferentes sectores, facilita el intercambio de conocimiento y experiencia de inversión en tecnologías avanzadas de los países BRICS.
La experiencia de Kazán en la organización de eventos internacionales, como los Juegos Universitarios en 2013, el Mundial de Fútbol 2018 y los juegos BRICS 2024, garantiza su capacidad para manejar las complejidades logísticas de una cumbre de tal importancia, en la que los líderes BRICS y los que aspiran a formar parte del grupo trazarán las directrices del nuevo mundo multipolar.