La congresista republicana Ana Paulina Luna advirtió a quienes buscan una salida "a tiros" del conflicto ucraniano que esa postura únicamente provocará una "escalada irreversible".
"Esta guerra debe terminar. Un intento de salir 'a tiros' de esta situación solo conducirá a una escalada irreversible. Querido mundo, recurramos a lo que todos aprendimos en el jardín de infancia: resolver problemas con nuestras palabras", escribió la representante por el estado de Florida en su cuenta de X.
En esa misma publicación, la congresista acusó al Reino Unido de haber presionado ya hace más de dos años al líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, para que no aceptara ningún acuerdo de paz con Rusia.
"Los guerreristas en la OTAN y los neoconservadores aquí en Estados Unidos adorarían continuar la masacre de la juventud de ambas naciones. Parte de la culpa la tiene el Reino Unido por no permitir siquiera que se llevaran a cabo conversaciones de paz", añadió.
En comentario a sus palabras, el enviado de la Presidencia rusa para la cooperación económica con países extranjeros, Kiril Dmítriev, lamentó el "papel clave" que juegan los "belicistas" británicos en "socavar el diálogo entre EE.UU. y Rusia y las perspectivas de paz para resolver el conflicto en Ucrania".
La llamada entre Trump y Putin
Los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin sostuvieron una llamada telefónica esta jornada, en la que discutieron temas de interés como la finalización del conflicto ucraniano. Luego de la conversación, ambas partes confirmaron que próximamente tendrán un encuentro en Budapest.
La llamada se efectuó un día antes de la reunión entre Zelenski y Trump en Washington, donde discutirán, entre otras cosas, el eventual envío de misiles de crucero Tomahawk a Kiev. No obstante, luego de hablar con el presidente ruso, Trump indicó que esos misiles también son necesarios para su país y que no puede comprometer el suministro propio.
Los Tomahawks no producirán ningún cambio en el campo de batalla
"También necesitamos Tomahawks para EE.UU. Tenemos muchos de ellos, pero los necesitamos. No podemos agotarlos para nuestro país. Así que, ya saben, son muy vitales. Son muy poderosos. Son muy precisos. Son muy buenos. Pero nosotros también los necesitamos", expresó el mandatario.
Por su parte, el presidente ruso reiteró, durante la llamada con su homólogo estadounidense, que la entrega de misiles Tomahawk no causará ningún cambio en el campo de batalla, pero sí provocaría el deterioro de las relaciones entre Washington y Moscú, así como de las perspectivas de paz, informó el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov.