Un australiano llamado Laurence Watkins cambió en 1990 su nombre legal para añadir más de 2.000 segundos nombres, consiguiendo así el récord del nombre personal más largo del mundo, con un total de 2.253 palabras únicas, recuerda un comunicado publicado este martes por Guinness World Records (GWR).
"Siempre me fascinaron los récords inusuales y peculiares que algunas personas buscaban y realmente quería formar parte de esa escena", explica a GWR. "Leí el Libro Guinness de los récords de principio a fin para ver si había algún récord que pudiera batir, y el único que tenía posibilidades de superar era el de añadir más nombres al mío", recuerda.
This is Laurence Watkins from New Zealand. Well, it used to be, until he changed his name via Deed Poll in 1990.His official name now includes 2,253 words and he now holds the record for the longest personal name. pic.twitter.com/ZiaOoe2OLr
— Guinness World Records (@GWR) October 7, 2025
Fue un proceso largo, a lo que contribuyó el hecho de que los ordenadores no fueran entonces tan comunes como en la actualidad. Finalmente, pagó unos cientos de dólares para que alguien le escribiera la lista completa de nombres.
Su solicitud legal fue aceptada por un tribunal de distrito, pero luego fue rechazada por el registro general. Sin embargo, el hombre no se rindió y llevó su caso al Tribunal Superior de Nueva Zelanda, que finalmente le dio la razón.
No obstante, poco después se modificaron dos leyes para evitar que otros siguieran su ejemplo. El récord se le otorgó originalmente por 2.310 nombres, aunque posteriormente se actualizó a 2.253 tras un cambio en las directrices del registro.
Por aquel entonces, Laurence trabajaba en una biblioteca municipal y escogía nombres de libros y por recomendaciones de compañeros de trabajo. "Mi nombre favorito es AZ2000, lo que significa que tengo nombres de la A a la Z y tengo 2000", destaca.
Asimismo, comenta que la gente no suele asimilar la cantidad de nombres que él tiene. En este sentido, recalca que los departamentos gubernamentales son el principal desafío con el que se ha topado, ya que, por razones obvias, no pueden incluir su nombre completo en ningún documento de identificación.
