Museos en fincas moscovitas: el arte que escapó de la quema 'a caballo'
La sede de la UNESCO estrena el primer centro regional de los museos en el mundo inaugurando la exposición 'Milagro ruso'. Entre todos los centros de conservación del patrimonio mundial éste es el primer centro de museos. Este evento único muestra tanto el Territorio Reservado (flora y fauna del territorio de las fincas antiguas rusas) como el Museo Estatal de Moscú que guarda los monumentos salvados de peripecias de la historia rusa en los años 20 del siglo pasado. En general, la colección cuenta con obras de arquitectura y arqueología, paisaje, arte cristiano y pagano, colecciones únicas de pintura antigua de Rusia, etnografía y artes aplicadas rusas. El rasgo principal de este espacio cultural es el mantenimiento de la cultura no material: los científicos y artistas tratan de restablecer la vida espiritual del pueblo ruso dentro de este ambiente histórico.
Un ejemplo demostrativo de esta actividad es el conjunto folclórico de Dmitri Pokrovski, que actuará durante la inauguración de 'Milagro ruso'. Son virtuosos en cantar en diferentes estilos nacionales agregando la cultura musical moderna. A partir de la música tradicional crean un fenómeno mundial sin fronteras territoriales. Su improvisación con músicos destacados de jazz les permitió unir los punteos del jazz, ritmos afro-brasileños con las melodías rusas. El conjunto no es puramente etnográfico y no dividen la música en 'alta' (académica) y 'baja' (folcklórica).
En la sede de la UNESCO en París los romances rusos de Pedro Chaikovski, Mijaíl Glinka y Serguéi Rajmáninov, interpretados por este legendario conjunto, acompañarán la exposición de la colección de objetos de la ex residencia de verano de los zares rusos. Los mejores especialistas mostrarán las etapas de la restauración de los iconos antiguos. Esta exposición es uno de los primeros eventos del Año de Rusia en Francia.
El Palacio del zar Alexei Mijáilovich en el Museo Kolomenskoe. La residencia de verano fue construida en 1667-1672 y tenía 270 apartamentos. Despues de 100 años fue destruida por su vejez. El Palacio fue reconstruido de nuevo para abrirse en el verano de 2010.
El Territorio Reservado y el Museo Unido Estatal de Arte, Historia, Arquitectura y el Paisaje Natural de Moscú reúne a la finca Kolomenskoe, la estrella de la época medieval; la finca Izmailovo, residencia suburbana de los zares rusos; el Jardín de Golovín que es parte de la finca de Lefortovo, el prototipo para las residencias de emperadores rusos al lado de San Petersburgo, y la finca de Liublino, la estrella del siglo dorado de la nobleza rusa de los siglos XVIII-XIX.
Los complejos de las fincas representan el desarrollo de la arquitectura moscovita durante cuatro siglos. Su agrupación en una estructura única de museos permite guardarlos y restaurarlos más facilmente, ejercer el negocio editorial y la labor científica de la investigación. También sirve como centro de educación de los restauradores y de los gestores de museos.
La colección del museo cuenta con objetos desde el período neolítico hasta ejemplos de cerámica soviética. La parte principal de los fondos está dedicada a la época medieval hasta los inicios del siglo XX. La creación de las colecciones data de 1920, el período de la bárbara destrucción de los monumentos moscovitas. Los empleados de los museos, salvando los objetos de arte, los trasladaron al depósito del museo.
Azulejos de la escuela de Moscú que se guardan en la colección del Museo de Izmailovo.
La frontera de los siglos XIX-XX hasta los años 20 fue conocida por la nacionalización de la propiedad. Las fincas se alquilaban como territorios agrícolas y no como haciendas. Por un uso inadecuado las fincas de madera se envejecieron o se destruyeron. Los monumentos de valor mundial, orgullo de la cultura rusa, fueron destruidos durante los pogromos, demoliciones e incendios. Frecuentemente lo hicieron los merodeadores y campesinos descontentos con los terratenientes, cuya propiedad fue expropiada por el Gobierno soviético. Los parques y jardines se cortaron y quemaron.
Los esfuerzos por guardar la herencia rusa fueron heroicos. Las fincas se salvaban si los propietarios lograban quedarse allí. Otros se preocuparon por las escuelas y las casas de descanso, lo que llevó a una atención mínima al monumento y al jardín. En general, la exterminación de la cultura se celebró sin una protesta social masiva. La lista de los objetos guardados por el Estado se acortó de 3.000 a 200 unidades. Algunos rasgos arquitectónicos y paisajísticos se perdieron para siempre.
Los empleados del Museo Kolomenskoe exportaban en caballos los iconostasios, libros, manuscritos, chapas de metal del suelo, puertas de metal y rejas, azulejos y decoraciones de catedrales. Todos estos objetos salvados son la base de la colección única de pintura y arte aplicado de la Rusia antigua.
El video adjuntado al artículo representa uno de los programas del amplio abanico que ofrece el conjunto folclórico de Dmitri Pokrovski 'Caras de Rusia' y proviene de la página web oficial http://www.pokrovsky-ensemble.ru/eng/main.