Actualidad
Brasil demanda a Shell y BASF por contaminación
La fiscalía brasileña pidió a las empresas Shell y BASF 500 millones de dólares para indemnizar a más de un millar de trabajadores que presuntamente resultaron afectados por la contaminación en una planta de agroquímicos.
Se trata de una planta en la ciudad de Paulinia, en el estado de Sao Paulo, donde los trabajadores enfrentan graves problemas de salud, declaró el portavoz del Ministerio Público de Trabajo en Campinas, Rafael Almeida. "Tenemos un conjunto de informes técnicos que confirman que el suelo de la planta está totalmente contaminado, el agua está contaminada y que la exposición de los trabajadores ocurrió masivamente", indicó Almeida a la agencia AP en una consulta telefónica.
El caso de la planta está en revisión en la Corte Suprema de Brasilia, luego de que dos tribunales de instancias inferiores ordenaran a las empresas el pago de 500 millones de dólares por contaminación y por la exposición de los trabajadores a las sustancias químicas. Las revisiones médicas de los trabajadores revelaron una media de seis problemas de salud por persona, incluido cáncer de próstata, impotencia, dificultades de memoria y problemas de tiroides.
En su informe anual de 2011, la compañía alemana BASF, la empresa química más grande del mundo, reconoció que la planta en cuestión, cerrada en 2007 estaba "significativamente contaminada por la producción de productos para la protección de cosechas". Originalmente la petrolera Shell operaba la planta, pero en 1995 esta fue vendida a una empresa estadounidense, la cual fue comprada luego por BASF en 2000.
El caso de la planta está en revisión en la Corte Suprema de Brasilia, luego de que dos tribunales de instancias inferiores ordenaran a las empresas el pago de 500 millones de dólares por contaminación y por la exposición de los trabajadores a las sustancias químicas. Las revisiones médicas de los trabajadores revelaron una media de seis problemas de salud por persona, incluido cáncer de próstata, impotencia, dificultades de memoria y problemas de tiroides.
En su informe anual de 2011, la compañía alemana BASF, la empresa química más grande del mundo, reconoció que la planta en cuestión, cerrada en 2007 estaba "significativamente contaminada por la producción de productos para la protección de cosechas". Originalmente la petrolera Shell operaba la planta, pero en 1995 esta fue vendida a una empresa estadounidense, la cual fue comprada luego por BASF en 2000.
comentarios