Rusia entra en una semana festiva para despedir al invierno
El olor a crepes y una enorme cantidad de diferentes tipos de rellenos inundan las cocinas de toda Rusia. Y no es algo casual, ya que la población celebra la última semana del invierno y da la bienvenida a la primavera de una forma muy sabrosa.
Durante toda la semana se preparan los panqueques y en el primer día se saca a la calle la figura de un espantapájaros (que representa a la así llamada Máslenitsa, que da el nombre a la fiesta).
Durante estas jornadas, toda la población pasa largos ratos en su cocina o visita los hogares de sus amigos para compartir en compañía el suntuoso sabor de los crepes.
Los rellenos son variados, desde queso, mantequilla, caviar y salmón a miel, chocolate etcétera.
Además, también hay ocasión de probar estos manjares en festivales al aire libre, donde se puede participar en diversos juegos invernales, actividades musicales y bailes típicos del folclore ruso.
Y esta fiesta además es ideal para aquellos que tienen buen apetito, ya que se come en abundancia debido a que después comienza la Cuaresma.
La fiesta tiene un origen pagano de adoración a la naturaleza y bienvenida a la primavera. Más tarde, la Iglesia ortodoxa rusa también aceptó esta tradición.