Arizona denuncia al Gobierno federal por no detener la inmigración ilegal
El Estado de Arizona, EE. UU., presentó una demanda contra el Gobierno central en la que acusa a las autoridades federales de incapacidad para controlar apropiadamente la frontera del Estado con México y detener así la inmigración ilegal.
Los querellantes son la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, y el fiscal general del Estado, Tom Horne.
Según Brewer, al bloquear la reforma de la ley de inmigración estatal, las autoridades del país no dejaron ninguna otra opción para el Estado salvo presentar esta denuncia contra ellos. “Arizona no parará hasta que nuestras fronteras estén protegidas y las leyes de inmigración sean más duras”, afirmó la gobernadora.
Los representantes del Ministerio de Seguridad Nacional estadounidense calificaron la demanda de Brewer y Horne como "documento sin sentido que no ayudará en el problema de la inmigración ilegal".
El conflicto entre Arizona y Washington empezó ya en la primavera de 2010, cuando la gobernadora del Estado firmó una nueva ley de inmigración. La ley permitía a los policías detener a los ciudadanos con apariencia de inmigrantes ilegales y exigir los documentos que probaran la legalidad de su presencia en Arizona.
La aprobación de la nueva ley causó una ola de manifestaciones en varias ciudades de Estados Unidos y fuera del país. Las poblaciones con un número importante de población de origen hispano boicotearon al Estado fronterizo y México calificó la ley como “racista” y afirmó que violaba los derechos de los inmigrantes hispanos. Por su parte, Barack Obama tampoco se mostró satisfecho respecto a los cambios.
En julio de 2010 el Gobierno estadounidense presentó una querella pidiendo que Arizona anulara la ley. De acuerdo con Washington, Arizona no dispone de autoridad para alterar la legislación de inmigración ya que esta es una competencia federal. El juez dio la razón a las autoridades del país y bloqueó una serie de puntos clave de la norma. Arizona, por su parte hizo una apelación que no ha sido aprobada todavía.
El Estado de Arizona, que se encuentra en la frontera con México, durante varios años ha sido una de las vías por la que ingresan los inmigrantes ilegales a los Estados Unidos y también una entrada para el tráfico de drogas.