Declaran el Estado de excepción en Ecuador
Los asesores del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, denuncian que "ciertas personas quieren impedir" que el líder salga del hospital adonde fue trasladado tras una rebelión policial.
Miembros de la policía ecuatoriana que protestan contra la reducción de sus beneficios salariales han invadido la sede de la Asamblea ecuatoriana en Quito, bloqueando la entrada y la salida del edificio parlamentario.
Según comunican los medios locales, algunos agentes de la policía han atacado a parlamentarios oficialistas con gas lacrimógeno. Se informa de que los legisladores que se encontraban en el recinto anunciaron que permanecerían allí por "un tiempo indefinido para defender la democracia".
Mientras tanto, el Gobierno del país ha declarado el Estado de excepción ante los levantamientos de las fuerzas de seguridad en Quito y en otras regiones del país. El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, ha indicado en una rueda de prensa que el Estado de excepción se declara por una semana y que las fuerzas militares se responsabilizarán de la seguridad interna en este lapso de tiempo.
Previamente, los rebeldes se congregaron en el Regimiento Quito, donde compareció ante ellos el líder ecuatoriano, Rafael Correa. El mandatario justificó la decisión de su Gobierno de eliminar los incentivos salariales y profesionales a los miembros de las fuerzas del orden, diciendo que se hace para "maximizar los sueldos". Unos minutos más tarde un grupo de la Policía Nacional lanzó una bomba lacrimógena que explotó a poca distancia del presidente. Correa ha sido hospitalizado tras resultar herido en una pierna y más tarde calificó los levantamientos como un intento golpista.