El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha afirmado que entiende la postura de su homólogo ruso, Vladímir Putin, de posicionarse en contra de establecer un alto el fuego en el marco de las hostilidades con Ucrania y que prefiera buscar una solución duradera al conflicto.
"No a un alto el fuego. Y ese es uno de los puntos en los que estamos trabajando ahora mismo. No, no a un alto el fuego", declaró Trump ante la prensa tras su reunión con Vladímir Zelenski en su residencia de Mar-a-Lago, Florida.
"Él cree que, miren, están luchando y que hay que parar y luego, si tienen que reiniciarlo, lo cual es una posibilidad, [Putin] no quiere estar en esa posición. Entiendo esa posición", agregó el mandatario.
"El presidente tiene una opinión firme al respecto. Pero creo que estamos buscando maneras de sortearlo. Entiendo al presidente Putin desde ese punto de vista. Hay que entender a la otra parte. Y, ya saben, estoy del lado de la paz. Estoy del lado de detener la guerra. Así que creo que ese es un problema que se va a resolver", concluyó.
Causas profundas del conflicto
El mandatario ruso ha indicado repetidamente que, en primer lugar, hay que garantizar la seguridad de Rusia a largo plazo. Esta cuestión es especialmente importante en el contexto de las causas profundas del conflicto, a saber, la expansión de la OTAN, que Moscú percibe como una amenaza, y la violación de los derechos de la población rusoparlante en Ucrania, que el Kremlin insiste en proteger.
La propuesta de Moscú contempla que Kiev retire completamente sus tropas de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022) y reconozca estos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación Rusa. Además, debe garantizarse la neutralidad, la no alineación, así como la desnuclearización, desmilitarización y desnazificación de Ucrania.
Sin embargo, no se trata solamente de encontrar una solución pacífica, sino también de concertar y firmar documentos internacionalmente reconocidos. Aquí surge el problema de la ilegitimidad de los dirigentes del régimen de Kiev. El mandato de Vladímir Zelenski expiró en mayo del año pasado, por lo que los representantes del Poder Ejecutivo, que son nombrados por él, también son ilegítimos.

