
Mujer queda paralítica, ciega y sorda por una operación de senos

Luciene de Souza, una mujer residente de Río de Janeiro, Brasil, denunció que fue víctima de mala praxis médica tras una operación estética de senos que la dejó ciega, sorda y paralítica.
De acuerdo con un reporte de G1, la joven 27 años de edad indicó que su actual condición de salud se produjo luego que se sometió a una cirugía de implantes mamarios de silicona en el centro hospitalario privado "Semiu", en Vila da Penha, parte de la zona norte de Río.
Tras su denuncia ante la Policía Civil, las autoridades iniciaron las averiguaciones para determinar la responsabilidad de su estado de salud, que tras 10 meses del procedimiento aún la mantienen sin poder oír, caminar, ni ver bien; desde que quedó totalmente sin visión, solo ha recuperado un 70 % de la vista.
Há 8 meses luciene vivia se escondendo, não por vergonha, mas por achar que aquela situação mudaria, pensando que de alguma forma algo iria melhorar em sua Visão, audição ou nos movimentos. pic.twitter.com/qhRI43gr0G
— Luciene Silva (@lucasjuninho23) April 5, 2025
La joven dijo al mencionado medio que ella quiso someterse a la intervención médica luego de dar a luz a su segundo hijo. Para ello, ahorró más de 20.000 reales (unos 3.400 dólares) porque sentía que así luciría mejor, lo que la hacía estar feliz.
"El 26 de julio de 2024, iba a hacer realidad un sueño: ponerme implantes mamarios. Pero ese sueño se convirtió en una pesadilla. Fui a operarme, feliz, porque quería ponerme [los implantes] después de ser madre. Ahorré dinero y lo pagué todo. Pero cuando desperté, comenzó la pesadilla", recuerda la joven.
Luciene señaló que por un momento pensó que estaba muerta, porque todo estaba oscuro y mentalmente comenzó a rezar. Recordó a sus hijos y lo mucho que la necesitaban, al poco tiempo se dio cuenta que no podía escuchar y que tenía el cuerpo paralizado del pecho hacia abajo.
Senos sin silicona
Una de las cuestiones más extrañas de la operación es que Luciene salió del quirófano sin la silicona en sus senos, con las heridas sin vendar y con partes de sus mamas necrosadas. "Se olvidaron de ponerme la silicona. Cuando la abrieron para ponerme los vendajes, estaba necrótica. Tenía un agujero en el pecho. Aun así, el médico me dio de alta", contó la joven.
Dandara Castro, enfermera cuidadora y prima de la víctima, dijo que tras la operación en el Semiu ningún profesional involucrado se hizo cargo de Luciene. Por ello, la familia tuvo que llevar a la joven al Hospital Municipal Souza Aguiar, en el centro de Río, para que la atendieran de emergencia. Allí la operaron dos veces más para extraerle un injerto de las piernas y los glúteos y colocarlo en el pecho.
"Nadie puede explicar lo que me pasó. Solo tengo el 70% de visión, no puedo caminar ni oír. Hoy solo cuento con la ayuda de mi familia y amigos", comentó Lucien, quien detalló que su familia tuvo que hacer la denuncia ante la policía porque desde la clínica nadie quiso conversar con ellos.

La clínica responde
Entre tanto, la directiva del Semiu informó en un comunicado citado por G1, que el médico que realizó la cirugía a Luciene "no tenía ni tiene ninguna relación con este hospital, por lo que la cirugía en cuestión se realizó de forma autónoma y bajo la exclusiva responsabilidad técnica y administrativa del profesional".
El recinto sanitario alega que ellos solamente facilitaron sus instalaciones "para que se realizara el procedimiento", una cuestión que indican "es común y rutinaria", porque continuamente "médicos sin ninguna relación preposicional con los hospitales, utilizan los centros quirúrgicos de los nosocomios para realizar procedimientos médicos a sus pacientes".
Ante esto, la clínica alega que, como ocurre en el caso de Luciene, los médicos son siempre los "responsables del cuidado pre y postoperatorio de los pacientes". Además, añade que las obligaciones del hospital en casos como los de la joven, "se limitan a la dotación de recursos materiales (instalaciones adecuadas), algo de lo que el paciente nunca se quejó".
"No existe evidencia de error médico"
Por su parte, el médico cirujano —cuyo nombre no es mencionado en el reportaje— aseguró que él le brindó "toda la atención" y "con responsabilidad" a Luciene, bajo "los protocolos técnicos de la especialidad".

"La paciente recibió la orientación adecuada antes de la cirugía, recibió atención postoperatoria continua durante más de 30 días y permaneció en observación hasta que me dieron de baja, debido a desacuerdos con familiares sobre los límites legales de la práctica médica", detalló el profesional.
Según el cirujano, "no existe evidencia de error médico ni condena" en su contra, motivo por el que tiene "plena confianza en que los hechos se esclarecerán". "Aún así, quedo disponible para cualquier aclaración, respetando siempre el secreto profesional y las normas éticas que rigen mi profesión", agregó.