
Cuestión de vida o muerte: cortes de luz en Argentina ponen en riesgo a personas electrodependientes
Buenos Aires sufrió el 5 de marzo dos apagones que afectaron a cientos de miles de personas en medio de una ola de calor, reavivando cuestionamientos sobre el servicio eléctrico en manos de empresas privadas y el rol del Estado en garantizar la seguridad energética.
La privatización de 1992 dejó a Edesur, la empresa que tiene la concesión del servicio de energía eléctrica en la zona, bajo control de capitales internacionales, sin inversión en infraestructura durante más de 25 años, lo que evidencia una mala gestión del servicio público, señala Nicolás Malinovsky, experto en energía nuclear.

Para las personas electrodependientes, como Ramiro, de 16 años y con múltiples problemas de salud, quedarse sin luz puede ser crítico. Vive internado en su casa conectado a equipos de electromedicina. Su madre, Leticia Escalante, expresa su desesperación por los cortes de electricidad que amenazan la vida de su hijo. Relata su frustración al intentar obtener ayuda médica ante situaciones de emergencia relacionadas con la falta de luz. "Me ha pasado que llamo una ambulancia explicándoles que no tenía luz y me decían que no venían por corte de luz", cuenta Leticia.
Lucha eterna por el derecho de vivir
Las familias de pacientes como Ramiro enfrentan constantes luchas. Aunque desde 2017 existe una ley en Argentina que garantiza el suministro eléctrico gratuito para electrodependientes, hoy en día hay demoras y rechazos en nuevas solicitudes y renovaciones.
Se estima que alrededor de 8.500 personas en el país son electrodependientes, cada una con historias únicas pero que comparten el temor de quedar sin suministro eléctrico, lo que pondría en riesgo sus vidas. Sus experiencias subrayan la importancia de contar con un sistema eléctrico confiable y la necesidad de respaldo institucional cuando las empresas privadas no cumplen adecuadamente.