
Las 'joyas de la familia' en operaciones de la CIA en Suramérica salen a la luz

Los archivos correspondientes a la presidencia de John F. Kennedy (1961-1963), recientemente desclasificados, dejan al descubierto detalles inéditos que permanecieron sumidos en las sombras por décadas. Y es que han salido a la luz las operaciones encubiertas de la Agencia Central de Información (CIA, por sus siglas en inglés), que eran conocidas en el ámbito de la inteligencia como 'Joyas de la familia'.
El Archivo de Seguridad Nacional publicó en su página web una serie de informes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), catalogados como 'Top secret', como parte de la desclasificación de los documentos sobre el asesinato de Kennedy, a petición del actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
El informe 'Joyas de la familia' fue encargado en 1973 por el director de la CIA, James Schlesinger, tras el escándalo de Watergate, para identificar actividades que pudieran exponer a la agencia.

Oro informativo
En estas 'joyas' se han hallado informaciones que valen oro. Entre ellas, detalles sobre las acciones de espionaje ejecutadas en embajadas de distintos países, es decir, prácticas fuera de la ley ejecutadas por las agencias estadounidenses para mantener a raya a los gobiernos que consideraban hostiles.
La desclasificación también puso en evidencia controversias y actividades de inteligencia y contrainteligencia en el seno del Gobierno estadounidense. La División de Inteligencia del FBI redactó informes 'Top secret' entre junio, julio y agosto de 1975, tras enterarse de que la CIA había compilado las 'Joyas de familia' en un expediente de 693 páginas 'altamente clasificadas'. El conocimiento de estas operaciones de espionaje se consideró como una extralimitación de las funciones de la agencia federal.
Así, por petición del FBI, la CIA tuvo que entregar 190 páginas con las 'Joyas de la Familia'. En ese expediente había numerosas referencias sobre el buró federal, que también habría participado en "operaciones de naturaleza extremadamente sensible".

Espionaje a las embajadas

El espionaje a las sedes diplomáticas pareciera ser una constante en las actividades del buró federal y de la agencia de inteligencia. Uno de estos casos, llamado 'Wudoor', ocurrió cuando, tras la toma de posesión del presidente chileno, Salvador Allende (1970-1973), se vigiló la Embajada del país suramericano y se pusieron aparatos para realizar escuchas, que serían retirados o reemplazados en otros allanamientos.
Según las 'Joyas de la Familia', hubo "cobertura [espionaje] de un establecimiento extranjero", que luego fue indentificado como la Embajada de Chile, de mayo de 1971 a febrero de 1973. Del mismo modo, se hace referencia a un robo perpetrado en la sede diplomática, que fue denunciado por la prensa en mayo de 1973, pero del que se hizo caso omiso y se culpó a unos "fontaneros".
Esta operación buscaba "la penetración técnica" de la Embajada "para recopilar datos de inteligencia extranjera y comprometer el tráfico diplomático cifrado clasificado", a través de cooperación interna. Sin embargo, cuando el FBI se negó a participar, la CIA solicitó al fiscal general John Mitchell que interviniera.
Según el informe, Mitchell autorizó la activación de la instalación del micrófono en la Embajada entre julio y agosto de 1971. Al solicitar prórroga, se siguieron haciendo las escuchas de forma intermitente hasta febrero de 1973.

Además de la Embajada chilena, también hubo espionaje en la de Israel, un histórico aliado de EE.UU., en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y otros siete establecimientos extranjeros.