
¿Hija de Bolívar? El origen de una filósofa francesa desata una investigación de Estado

Venezuela ordenó hacer una investigación científica para desvelar una gran duda que involucra al padre de la patria y Libertador de América, Simón Bolívar, y que daría un inesperado giro a la historia.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, puso sobre la mesa la posibilidad de que la escritora y filósofa francesa Flora Tristán y Moscoso (1803-1844) fuera hija del Libertador. Si bien no hay certeza alguna, la ciencia podría acabar con el misterio.
"Nosotros no hemos podido todavía acceder a la prueba de ADN. Le doy la orden a la vicepresidenta ejecutiva [Delcy Rodríguez], que es seguidora y discípula de Flora Tristán, de cumplir con la investigación científica para salir de dudas", expresó Maduro luego de que se realizara una marcha por el Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo.
Aunque no existen pruebas, escritores como el historiador colombiano Antonio Cacua Prada afirma en su libro 'Los hijos secretos de Bolívar', que el Libertador de cinco países americanos habría sostenido una relación extramatrimonial con la francesa Teresa Lesnais. De esas relaciones habría nacido Tristán y un hermano, que murió en su niñez.

El mandatario venezolano manifestó que, de acuerdo a las imágenes de la filósofa francesa considerada precursora del feminismo y el socialismo, "por lo menos, físicamente, es el retrato de Simón Bolívar". Asimismo, aseveró que en cuanto al "retrato moral y espiritual" también pudiera ser descendiente del Padre de América.
¿Quién es Flora Tristán?
Flora Tristán nació en París el 7 de abril de 1803. Fue hija del coronel peruano de la armada española Mariano Tristán y Moscoso, que pertenecía a una de las familias más ricas de Arequipa, y de la francesa Teresa Laisnais, según la organización peruana que lleva el nombre de la filósofa.
El fallecimiento de Tristán y Moscoso sumió a Flora en la pobreza debido a que el matrimonio de sus padres, realizado en Bilbao, no era reconocido en París, por lo que fue considerada hija ilegítima y sin derechos sobre los bienes de su progenitor, recoge El Salto Diario.
Según el escrito, su familia, que pertenecía a la aristocracia, recibió las visitas de Bolívar y del maestro del Libertador, Simón Rodríguez. Varios historiadores han publicado correspondencia que habría tenido el prócer venezolano con Teresa Laisnais, sin embargo, algunos expertos ponen en duda su autenticidad.

A los 17 años, Flora entró a trabajar de obrera en un taller de litografía. Posteriormente, se casó por conveniencia con el dueño del local, André Chazal. Con él tuvo tres hijos, entre los que se encuentra Aline Marie Chazal, la madre de Paul Gaugin.
Flora de separó de Chazal, ante sus malos tratos, con dos hijos y embarazada de Aline. Refugiada en la casa de su madre y agobiada por la imposibilidad de divorciarse, se encontró con el texto 'Vindicación de los derechos de la mujer', de Mary Wollstonecraft, y otros autores, que se referían a la desigualdad que sufrían las mujeres de la época.
La francesa viajó a Inglaterra, donde trabajó como criada de una familia adinerada que la llevó a a Suiza, Alemania e Italia, entre 1826 y 1828, refiere La Izquierda Diario. Al volver a París se le negó el derecho al divorcio y no pudo obtener bienes de Chazal para la manutención de sus hijos.
En medio de una penosa situación económica, Flora emprendió un viaje a Perú para reclamar la parte de la fortuna que heredó su padre, por lo que se encontró con su tío Pío de Tristán. Sin embargo, a pesar de haber hecho esa travesía, la adinerada familia apenas le concedió una modesta pensión.
En una carta para el hermano de su padre, Flora escribió: "Adjunto mi partida de bautismo. Si le quedan algunas dudas, el célebre Bolívar, amigo íntimo de los autores de mis días, podrá esclarecerlas. Me ha visto educar por mi padre, cuya casa frecuentaba continuamente". No obstante, no hay mención a algún tipo de vínculo consanguíneo.

Su impronta filosófica
Flora Tristán es autora de 'Peregrinaciones de una paria' (1833-1835), que habla de su estancia en Perú, y de otras obras como el ensayo 'De la necesidad de dar buena acogida a las mujeres extranjeras' (1835). En este último se refiere a las diferencias de trato que se les dan a las mujeres en distintas ciudades de Europa, según su condición social y estado civil.
"Por todas partes se oye resonar una voz unánime que reclama instituciones nuevas que se adapten a las nuevas necesidades, una voz que pide asociarse, unirse para trabajar de común acuerdo en aliviar a las masas que sufren y languidecen sin poder reponerse, ya que, divididas, son débiles, incluso incapaces de poder luchar contra los últimos esfuerzos de una civilización decrépita que se extingue", dice uno de sus párrafos.
En 1838, su marido, quien se había quedado con los hijos del matrimonio, le disparó en una calle y la bala se le alojó cerca del pulmón, sin que pudieran sacarla. Tras este violento hecho, el hombre fue condenado a trabajos forzados por 20 años y Flora inició una etapa como escritora y filósofa.
Luego de ese atentado, viajó a Londres, donde obtuvo información de primera mano sobre las precarias condiciones laborales de los obreros; del funcionamiento de las instituciones; de la prostitución como principal causa de desigualdad y explotación de las mujeres de la vida en los barrios pobres; de las cárceles y de los psiquiátricos.
Esa intensa experiencia le permitió escribir 'Paseos en Londres' (1840) y 'La Unión Obrera' (1843), donde se halla la célebre máxima: "Obreros, sois débiles y desgraciados porque estáis divididos. Uníos. La unión hace la fuerza", que posteriormente será inspiración para la frase: "¡Proletarios del mundo, uníos!", del 'Manifiesto Comunista'.
Un año después de publicar 'La unión obrera', en 1844, a los 41 años, Flora Tristán murió de tifus.