¿El fin de la Voyager 1? Frenéticos esfuerzos de la NASA por salvar su histórica sonda
La sonda espacial Voyager 1 ha estado transmitiendo extraños mensajes al centro de control en Tierra desde finales del año pasado, lo que ha llevado a los científicos de la NASA a realizar esfuerzos para solucionar esta anomalía, aunque todavía sin éxito.
"Básicamente dejó de hablarnos de manera coherente", indicó a NPR la investigadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Suzanne Dodd, quien consideró esta situación como "un problema grave".
Por su parte, la astrónoma del Instituto Tecnológico de California (Caltech), Stella Ocker, comentó que ella y sus colegas no han "recibido datos científicos desde que comenzó esta anomalía", por lo que se desconoce "cómo es el entorno en el que viaja la nave espacial".
La posible pérdida de la Voyager 1, que fue lanzada en 1977, podría poner fin a años de investigación científica. Esto se debe a que ha realizado diversos descubrimientos en el tiempo que ha estado operativa, como la gran mancha roja de Júpiter, los anillos de Saturno y las numerosas lunas de ambos planetas. "Científicamente, es una gran pérdida", sostuvo Dodd.
Intentos por salvar a la Voyager 1
Un portavoz del Laboratorio de Propulsión a Chorro explicó que los especialistas continúan "recopilando información" y elaborando planes que les permitirán comprender "la raíz del problema" para tratar de resolverlo. No obstante, los expertos se están enfrentando a un gran desafío, puesto que esta sonda fue construida con tecnología que data de las décadas de 1960 y 1970.
De acuerdo con Dodd, el equipo científico a su cargo está analizando los antiguos documentos de las personas que diseñaron y construyeron originalmente la Voyager 1, con el propósito de "encontrar respuestas a lo que está yendo mal con la nave espacial".
Asimismo, dijo que cuentan con un listado de probables soluciones, que consisten en el envío de comandos al dispositivo científico. No obstante, este proceso podría resultar extremadamente lento, debido a que la Voyager 1 se encuentra a 24.000 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.
Al estar tan alejada de nuestro planeta, los controladores tardan alrededor de 22,5 horas en enviarle órdenes. Por otro lado, los ingenieros deben esperar 45 horas para conocer si el comando enviado a la nave espacial tuvo el resultado deseado. "Seguiremos intentándolo", aseguró Dodd, recalcando que es consciente que "no será rápido" encontrar una solución.
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