Jefe de la inteligencia exterior rusa comenta los reportes sobre la muerte del desertor que robó un helicóptero para Kiev
El piloto Maxim Kuzmínov, quien el año pasado robó un helicóptero militar ruso y lo trasladó a Kiev, se convirtió en un "cadáver moral" ya cuando empezó a planear su delito, comentó el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Naryshkin, los informes sobre la muerte del desertor.
"En Rusia se acostumbra a hablar bien de los muertos o nada en absoluto. Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral ya en el momento en que planeaba su sucio y terrible crimen", declaró Naryshkin a la prensa este martes.
Previamente, medios reportaron de que el cadáver de Kuzmínov fue hallado con impactos de bala el 13 de febrero en un garaje del municipio de Villajoyosa, en la provincia española de Alicante. Aunque los documentos encontrados indican que el fallecido era un ciudadano ucraniano de 33 años, mientras que Kuzmínov tiene 28, las fuentes de la agencia EFE aseguran que se trata del desertor ruso. Una fuente en la Guardia Civil española dijo a Reuters que el individuo podría haber vivido bajo una identidad falsa.
Al mismo tiempo, en respuesta a una petición de RIA Novosti de comentar el caso, una integrante de la Guardia Civil dijo que no tienen "confirmación de esa información". Por su parte, el portavoz de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Andréi Yusov, confirmó el lunes la muerte del piloto.
En septiembre de 2023, el jefe de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Kiril Budánov, declaró que los servicios de inteligencia ucranianos convencieron a Kuzmínov de aterrizar con un helicóptero Mi-8 de las Fuerzas Armadas de Rusia en territorio ucraniano. Se difundió la información de que el helicóptero voló en agosto del año pasado desde la ciudad rusa de Kursk. Aparte de Kuzmínov, a bordo de la aeronave se encontraban dos tripulantes que no conocían sus planes y que fueron abatidos tras tomar tierra.