Tras la invasión de la Alemania nazi a la URSS en 1941, el alto mando soviético decidió crear un vehículo blindado capaz de volar y aparecer por sorpresa en la retaguardia del enemigo. Así, se inició el desarrollo del primer y único híbrido entre tanque y planeador de desembarco Krylia Tanka ('alas de tanque' en ruso), también conocido como KT y A-40.
La tarea fue encomendada a la oficina de diseño de Oleg Antónov, un famoso diseñador aeronáutico considerado el padre de la aviación de transporte. El ingeniero utilizó como fuselaje un tanque ligero T-60 convencional, cuyas orugas se convirtieron en el tren de aterrizaje.

Teniendo en cuenta que el vehículo blindado, tras su transporte aéreo, debía actuar en tierra, no se preveía espacio para las alas ni para el motor. Por lo tanto, se decidió fabricar un planeador de madera que se fijaría temporalmente al tanque y se desprendería al aterrizar. El motor era totalmente innecesario, ya que se pretendía utilizar un avión militar que remolcara el tanque.
Construcción y pruebas del tanque alado
Los trabajos de diseño del planeador Krylia Tanka comenzaron en diciembre de 1941. El único ejemplar de la nave se construyó en la planta 241 de la ciudad siberiana de Tiumén (a la que se había evacuado la oficina de diseño Antónov) y estuvo listo el 26 de abril de 1942.
Las pruebas del tanque 'alado' empezaron en agosto cerca de Moscú. Un bombardero pesado Túpolev TB-3 con cuatro motores AM-34RN reforzados (de 970 CV cada uno) fue elegido como remolcador. A su mando estuvo Pável Yereméyev, antiguo diseñador de planeadores acrobáticos, mientras que el planeador fue dirigido por el famoso piloto del Ejército Rojo, Serguéi Anójin.
Al principio, se realizaron varias carreras remolcadas por el avión a velocidades de 10, 65, 85 y 100 kilómetros por hora para comprobar la resistencia de las orugas, incluyendo cuatro carreras sobre tierra y tres sobre hormigón. Después de desengancharse, el A-40 se detenía a entre 50 y 60 metros. A continuación, se llevaron a cabo tres aproximaciones a una altura de hasta 4 metros, durante las cuales se determinaron la velocidad de despegue del planeador y la eficacia de los sistemas de control.
Además, se redujo el peso del tanque, se dejó 100 litros de combustible y la tripulación estaba compuesta por una sola persona. El peso en vuelo de la estructura compuesta era de 6.710 kilos, 1.094 kilos menos que el peso calculado. El A-40 podía desplazarse por tierra de forma autónoma a una velocidad de hasta 15 kilómetros por hora.

El primer y último vuelo
El primer vuelo del 'híbrido' se realizó el 2 de septiembre de 1942. Cuando la estructura se despegó del aeródromo de pruebas y voló un poco, quedó claro que la potencia de los cuatro motores del TB-3 no sería suficiente para llevar el A-40 durante el tiempo necesario. Además, los motores, que funcionaban en modo de sobrealimentación, comenzaron a sobrecalentarse, por lo que Anójin se vio obligado a desacoplarse del remolcador y aterrizar en la pista de un aeródromo civil cercano.
"El KT vuela tranquilamente, respondiendo normalmente a los mandos y alerones", recordó posteriormente el piloto. "Giro hacia el aeródromo, apunto a la pista, me acerco justo al principio, nivelo la máquina y de repente veo cómo el equipo del aeródromo sale corriendo en todas direcciones (no sabían nada de la existencia de tal aparato, pensaron que era un arma secreta de los alemanes). Termino la carrera, arranco el motor y, sin desplegar las alas, me dirijo al puesto de control", detalló.
No se sabe cómo habría terminado esta historia si Anójin no hubiera salido del tanque. En aquel momento, se estaban preparando seriamente para un posible ataque de las tropas alemanas, el aeródromo estaba bien protegido y fue un milagro que no abrieran fuego contra el piloto del planeador. Así terminó el primer y último vuelo del tanque volador.

¿Por qué la URSS cerró el proyecto?
Las pruebas de vuelo del vehículo blindado alado se suspendieron. Los expertos indicaron en un informe que la tarea de crear un tanque volador se había resuelto, pero que se habían cometido errores.
El modelo del planeador y del tanque para las pruebas en el túnel aerodinámico se realizó en una versión simplificada (sin cables que conectaran la caja biplana del ala y la cola, y sin simular las orugas del tanque), lo que provocó un error en los cálculos de las propiedades aerodinámicas del A-40 y de la potencia requerida de los motores del avión remolcador. Tampoco se tuvo en cuenta la resistencia del aire, lo que impidió que los motores del TB-3 elevaran el plano a la altura requerida y complicó su control en vuelo.
La interrupción del proyecto también se habría debido a la falta de aviones remolcadores potentes en aquel momento y a la complejidad de modificar el tanque para poder colocar el planeador. De las aeronaves más potentes, capaces de elevar el A-40 en el aire, solo un bombardero estratégico Petliakov Pe-8, estaba en servicio. Sin embargo, durante la Gran Guerra Patria, solo se construyeron 80 aviones de este tipo. El Pe-8 se utilizó para incursiones aéreas en profundidad, en particular para bombardear Berlín, y no era realista contar con su uso como remolcador del KT.

Características técnicas del tanque 'volador'
- Tripulación: dos personas.
- Longitud del fuselaje: 12 metros.
- Envergadura: 18 metros.
- Superficie alar: 86 metros cuadrados.
- Carga específica por ala: 90 kilos por metro cuadrado.
- Peso del tanque ligero T-60 con carga útil: 5.800 kilos.
- Peso total en vuelo: 7.800 kilos.
- Peso del fuselaje: 2.000 kilos.
- Motores: GAZ-202 (70 CV) para desplazamiento terrestre; en el aire fue remolcado por un TB-3.
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