A fondo
¿Comunicarse con el pensamiento? Una latinoamericana lidera proyecto que podría hacerlo realidad
La propuesta pretende establecer una comunicación persona-computador a través de una interfaz intuitiva.
Cuando aún la telepatía —definida como la comunicación de pensamientos sin la intervención de medios físicos— sigue sin ser probada científicamente, una latinoamericana especialista en informática, neurociencia computacional, procesamiento de señales y aprendizaje automático para la inteligencia artificial, desarrolla un proyecto que podría acercar a la realidad ese fenómeno inconcluso.
La propuesta es desarrollada por Carolina Saavedra, profesora del departamento de Informática de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) de Chile, quien desde 2024 recibió el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), para ejecutar la investigación durante los próximos tres años y con la colaboración de la científica y doctora lituana Inga Griškova-Bulanova, académica de la Universidad de Vilnius.
Su proyecto titulado: 'Incorporación de transformaciones de tiempo-frecuencia en redes neuronales profundas para mejorar la identificación de patrones de electroencefalografía", pretende establecer una comunicación persona-computador a través de una interfaz intuitiva que permite al usuario establecer con su vista una conexión con el ordenador, al seguir patrones de caracteres en la pantalla que serán detectados por algoritmos cuando la persona fije su atención en una letra específica.
"Cuando la persona fija su atención en una letra específica, se produce un patrón cerebral distintivo conocido como potencial evocado, el cual aparece aproximadamente 300 milisegundos después del estímulo. Estos patrones pueden ser detectados por algoritmos para interpretar lo que el paciente desea comunicar", comentó la científica chilena al medio local Cooperativa.
El proyecto de Saavedra, según reseña la USM, aspira a mejorar dos áreas claves de la ciencia informática: las interfaces cerebro-computador (BCI) y el diagnóstico de enfermedades mediante señales de electroencefalografía (EEG). "La novedad técnica de este proyecto será el modelo propuesto y su mecanismo para fusionar técnicas de tiempo-frecuencia y aprendizaje profundo, ampliando el conocimiento en el área".
Además, dijo la experta, la investigación se centra en el desarrollo de "herramientas, instrumentos y conocimientos necesarios" de la comunicación con EEG, como los elementos arquitectónicos de tiempo-frecuencia, que sirven para estudiar "qué componentes de las redes neuronales profundas son propensos a comportarse adecuadamente bajo transformaciones y medidas en este espacio para patrones de EEG".
Ayudar a pacientes con el síndrome de enclaustramiento
El síndrome de enclaustramiento, considerada como una enfermedad rara por tener una prevalencia de un paciente por cada millón, es un trastorno neurológico poco común caracterizado por una parálisis casi total del cuerpo, donde la persona está consciente y alerta, pero incapaz de moverse o comunicarse verbalmente, excepto por movimientos oculares verticales o parpadeo.
Además, su función cognitiva permanece intacta, lo que significa que la persona es consciente de su entorno y puede pensar, pero está "atrapada" dentro de su propio cuerpo. Precisamente, esta es la clave más importante del proyecto de Saavedra, porque apunta a resolver el problema de comunicación que genera la enfermedad, que según datos de la comisión europea afecta a más de 5 millones de personas en el mundo que sufren de algún tipo de parálisis y obstáculos de comunicación.
"Estudiaremos teóricamente el impacto de las transformaciones de tiempo-frecuencia en las funciones de activación, mecanismos de atención, funciones de pérdida y mecanismos de conectividad, entre otros", explicó Saavedra, que a través del financiamiento puede adquirir equipos, realizar traslados internacionales y financiar a estudiantes del área.
El proyecto también prevé la creación de una librería de software libre que permitirá compartir los algoritmos desarrollados con la comunidad científica. "Queremos que los avances estén disponibles para todos. La idea es que otros investigadores y desarrolladores puedan aprovechar nuestras herramientas para seguir avanzando en el área", dijo la experta.
Aunque el proyecto aún no trabaja directamente con pacientes, utiliza bases de datos públicas. Además, Saavedra comentó que el uso de esta interfaz podría emplearse también en áreas como los videojuegos, que están muy interesadas en esta tecnología. "Imagínate poder jugar solo con la mente", expresó la académica.
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